viernes, agosto 19, 2005

Final de Antena 3 radio pese a las sentencias firmes del Tribunal Supremo: Goliat vence a David con el beneplácito de los gobiernos del PP y del PSOE.

Prisa y Grupo Godó pleanean integrar sus participaciones de Cadena Ser y Antena 3 Radio.
Fuente: http://www.libertaddigital.com

El Grupo Prisa y el Grupo Godó han llegado a un acuerdo por el que ambos se proponen integrar accionarialmente sus participaciones de la SER y de Antena 3 Radio. Con la operación, el 99,9 por ciento de la cadena SER y el 100 por ciento de las sociedades Inversiones Godó y Paltrieva pasarán a formar parte de la Sociedad de Servicios Radiofónicos Unión Radio. En la operación se incluye Antena 3 de Radio. Prisa sigue sin cumplir las sentencias firmes del Tribunal Supremo referentes al antenicidio.


El Grupo PRISA y el Grupo Godó han anunciado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores la integración del 99,9 por ciento del capital de la Cadena Ser y el 100 por cien del accionariado de las sociedades Inversiones Godó y Paltrieva en la Sociedad de Servicios Radiofónicos Unión Radio. Esta última está participada al 80 por ciento por el Grupo PRISA y al 20 por ciento restante por el Grupo Godó. La decisión está pendiente de la aprobación oficial.
Por otro lado, tanto Inversiones Godó como Paltrieva son propiedad al cincuenta por ciento de PRISA y Godó. Estas dos poseen, conjuntamente, el 99,42 por ciento de Antena 3 Radio. En la nota enviada a la CNMV, PRISA dice que "la operación se ejecutará una vez que se obtengan las preceptivas autorizaciones de las autoridades de defensa de la competencia, así como las establecidas en la legislación específica del sector de radiodifusión".

Burla a las sentencias del Tribunal Supremo

No obstante, hay que recordar que hay una sentencia firme del Tribunal Supremo de 9 de junio de 2000, atendiendo a la legislación específica del sector de radiodifusión, que ordena a Unión Radio a deshacerse de las 79 emisoras propias de Antena 3 Radio. El Tribunal Constitucional ratificó la sentencia del Supremo más tarde, el 26 de abril de 2001. Pero no fue hasta el 2 de noviembre de 2001 cuando el Gobierno decidió dar la orden de cumplimiento de la sentencia. El Ejecutivo dió a la empresa propiedad de Jesús Polanco un plazo de dos meses para cumplir con la legalidad.

Pero PRISA nunca cumplió la sentencia y no se deshizo de las 79 emisoras que adquirió entre 1993 y 1994. El Gobierno, en una maniobra dilatoria, decidió pedir instrucciones al Tribunal Supremo para el cumplimiento de la sentencia. La Sala de lo Contencioso Aministrativo del Supremo respondió a finales de 2002 exigiendo la ejecución inmediata de las sentencias anteriores. Además, a la vista de que el Gobierno estaba retrasando la aplicación de la sentencia, le dice que deje de hacerlo y le acusa de complicidad con el Grupo PRISA. No solo eso, también le exige que restituya la "pluralidad informativa".
El imperio de la comunicación recurrió la sentencia, pero el 1 de diciembre de 2003 el Consejo de Estado dictó una resolución contra el último recurso de PRISA, por lo que la decisión definitiva volvía a estar en manos del gobierno de José María Aznar, que no tomó la decisión de hacer cumplir las reiteradas sentencias del Supremo. El actual Ejecutivo sigue sin hacerla cumplir.

Breve historia de Antena 3 de radio:

Inició su actividad como cadena nacional el 4 de mayo de 1982. El experimento consistió en emitir programación convencional en la banda de frecuencia modulada.Entre los profesionales que participaban en el inicio de esta aventura figuraban José María García, Jesús Hermida, José Antonio Plaza, Mayra Gómez Kemp, Carlos Pumares, Miguel Ángel Nieto, Miguel Ángel García Juéz,... La sociedad estaba constituida por cuatro empresas periodísticas (La Vanguardia, ABC, Europa Press, el Grupo Z y 23 diarios regionales entre ellos los del grupo El Correo) deseosas de crear una nueva cadena en competencia con las existentes de AM.El consejero delegado de la empresa fue Manuel Martind Ferrand.

En 1982 la FM era un campo exclusivo de la emisoras musicales. Antena 3 dió la vuelta a esta situación. En 1990 la cadena contaba con 108 emisoras (89 propias y 19 de radio 80 Serie Oro).Esta cadena de emisoras fue la que consiguió batir a la cadena SER en 5.000 oyentes en la primera oleada del EGM de 1992 El crecimiento de la audiencia de Antena 3 fue de 871.000 oyentes en el año 1982 a 3.139.000 en el segundo trimestre de 1992.

En junio de 1992 se hizo con el control Unión Radio otro grupo de emisoras propiedad de los editores de el diario El Pais y la cadena SER. Fuentes de este grupo empresarial aseguran que se produjo un enfrentamiento entre un grupo de profesionales y la dirección del grupo Godó Para iniciar la aventura televisiva de esta empresa se salió a bolsa y los resultados de la amisora de tv no fueron los esperados. Godó decidió vender dados los planes de fuertes inversiones y fue la ocasión que esperaba el grupo PRISA para entrar en acción.Ante esta coyuntura se marcharon de la cadena José María García, Antonio Herrero y Luis Herrero, que se integraron en la cadena COPE.En 1994 las emisoras de antena 3 de radio suspendieron su programación y se integraron en las diversas programaciones de Unión Radio. Una parte de las emisoras de antena 3 se convirtieron en la radiofórmula de música clásica Sinfo Radio.

(22-06-05) DOCUMENTACIÓN: El "antenicidio" sigue pendiente

(22-06-05) La Cadena SER incumple la nueva Ley Polanco aprobada por el Gobierno de Zapatero

¿Quiénes estuvieron detrás del intento de golpe de estado en Guinea Ecuatorial?

Francia pone en jaque a la OTAN
Autor: Arthur Lepic
Fuente: http://www.redvoltaire.net

El espectacular arresto de Mark Thatcher en Sudáfrica y las confesiones de sus cómplices en Zimbabwe y en Guinea Ecuatorial permitieron aclarar totalmente el fracasado golpe de Estado en este último país. La operación no era cosa de aventureros, ni siquiera de mercenarios a sueldo de financieros internacionales, sino de la OTAN. Estados Unidos había movilizado medios británicos y españoles para derrocar a Teodoro Obiang y tomar el control del país para construir allí la central de licuefacción de gas más grande del mundo. De paso, los norteamericanos habrían sacado del mercado a Total favoreciendo a Repsol. Informada de la operación, Francia la hizo fracasar.

En abril pasado, informamos sobre elementos ligados a un proyecto fracasado de golpe de Estado contra Teodoro Obiang Ngema en Guinea Ecuatorial. La operación fue interrumpida por el arresto en Zimbabwe de un grupo de mercenarios que dirigía Simon Mann. El grupo hacía escala en Harare para embarcar armas y esperaba unirse a un equipo en Guinea Ecuatorial para derrocar el régimen de ese pequeño país que posee la tercera reserva de hidrocarburos de África subsahariana. Desde entonces han aparecido nuevos elementos, con el espectacular arresto de sir Mark Thatcher, hijo de la ex-primera ministro británica y zorro de las finanzas internacionales. Su arresto al pie de la cama, el 25 de agosto, en su residencia del Cabo, ciudad donde viven aún algunos nostálgicos del apartheid, es resultado del trabajo de los Escorpiones, la brigada antifraude de Sudáfrica, país que aprobó le Foreign Military Assistance Act, una severa ley contra las actividades ligadas a los mercenarios. Sir Thatcher fue puesto en libertad después de pagar una fianza de más de 200 000 € y tendrá que comparecer ante la justicia en Ciudad del Cabo el 25 de noviembre próximo.

La justicia de Zimbabwe acaba de absolver, el viernes pasado, a 66 de los 74 mercenarios del grupo de Mann. Este último fue inculpado por intento de compra ilegal de armas y será condenado el 10 de septiembre a una pena de hasta 10 años de prisión.
En Guinea Ecuatorial, el veredicto sobre Nick Du Toit y 18 hombres de su «grupo caballo de Troya» ha sido pospuesto a pedido del fiscal a causa de la aparición de nuevos elementos que implican a Mark Thatcher. Du Toit, quien ha declarado que Thatcher estuvo presente en una reunión durante los preparativos del golpe, podría salir absuelto gracias a su cooperación con la investigación [1].

En el centro de la faceta Thatcher se encuentra la compañía de aviación Triple A Aviation que sir Thatcher parece haber utilizado para transferir los cerca de 275 000 dólares del financiamiento de la operación. La compañía parece haber firmado en enero un contrato de prestación de servicios aéreos con Logo, la compañía de Simon Mann. Los registros bancarios revelan la existencia de una transferencia de 100 000 dólares a la cuenta de Logo con fecha del 2 de marzo, o sea solamente unos días antes de la fracasada tentativa golpista [2].
Aunque Sudáfrica rechazó el pedido de extradición del hijo de la «Dama de hierro» a Guinea Ecuatorial, los investigadores podrán interrogarlo en territorio sudafricano. Sir Thatcher estaba preparando su salida de Sudáfrica, donde vivía desde 1996 para escapar a una investigación fiscal. Ya había puesto su residencia en venta por 4,5 millones de dólares y había reservado pasajes de avión, con destino a Estados Unidos, para su familia cuando fue arrestado por los Scorpions.

Testigos estimulados por las leyes antimercenarios

Seguramente inquietos ante el rigor de las leyes antimercenarios de Sudáfrica y Zimbabwe, varios testigos claves comenzaron a hablar. Confirmando la tesis según la cual el líder exilado Severo Moto hubiera sido puesto al mando del país después del golpe de Estado en Guinea Ecuatorial, uno de esos testigos acaba de revelar elementos decisivos para la investigación de la justicia sudafricana. Se trata de Crause Steyl, socio financiero de Thatcher y ex-piloto de elite. Además de los contratos para la obtención de material aeronáutico que este último tenía con Thatcher, el diario británico The Observer acaba de revelar, de fuente sudafricana, que Crause Steyl acompañó a Moto en un avión King Air 200, de Madrid hasta las islas Canarias la víspera del día previsto para la operación. El avión partió después hacia Bamako, en Malí, donde Moto debía ser mantenido al tanto de la marcha del golpe.
Todo estaba previsto al detalle para que Moto subiera al poder en 30 minutos después del derrocamiento de Obiang. Pero, al día siguiente, el Boeing 727 militarizado [3] que piloteaba Neil Steyl -hermano de Crause Steyl- y a bordo del cual estaban Mann y sus alrededor de 60 mercenarios, fue registrado en el aeropuerto de Harare.
Por otra parte, se supo recientemente que el brazo derecho de Simon Mann, James Kershaw -de 24 años- tiene en su poder una lista conocida como la «Lista Wonga» en la cual aparecen las personalidades, a veces influyentes y públicas, que financiaron el proyecto golpista. Este individuo, que varios testigos mencionan como el encargado de reclutar a los participantes en la operación, parece haber llegado a un acuerdo con la justicia sudafricana para aportar elementos probatorios durante futuras audiencias.

El papel del hombre de negocios de origen libanés Ely Calil también fue confirmado y aclarado, en parte gracias a la reconstrucción del papel de Severo Moto -ambos hombres son muy amigos- y también debido al testimonio de Mann, particularmente detallado y que no parece, visto de lejos, ser el resultado de torturas. Mann explica en su declaración: «Ely Calil me preguntó si quería reunirme con Severo Moto (...) Me reuní con Severo Moto en Madrid. Él es ciertamente un hombre bueno y honesto. Ha pasado años de seminario (...) En ese momento me preguntaron si yo podía participar en la escolta de Severo Moto hasta su país en un momento dado en que habría simultáneamente un levantamiento del ejército y de los civiles contra Obiang (...) Yo acepté tratar de ayudar a esa causa.»

Como dijimos en abril, la justicia francesa puso bajo investigación a Ely Calil en el marco del caso Elf, como intermediario preferido del dirigente de Níger -Abacha- en la entrega de comisiones ocultas por los contratos petroleros.
Calil es también muy amigo de lord Jeffrey Archer, de quien se sospechaba que había depositado 74 000 libras esterlinas en la cuenta de Mann cuatro días antes del arresto de este último en Zimbabwe. Lord y exitoso escritor, Archer no negó haber efectuado la transacción pero juró que no estaba al corriente de los planes de sus amigos [4].

La OTAN al servicio de la coalición del petróleo

Pero la historia no termina ahí. Más allá de la personalidad de Mark Thatcher, hacia la cual se desvía la atención, los verdaderos actores comienzan a dibujarse como telón de fondo: la OTAN y Francia libraron una lucha estratégica que recuerda mucho la situación en Irak, otro país entre aquellos -que ya no abundan- que ofrecen sólidas perspectivas en cuanto a posibilidades de recuperación de inversiones en el sector de la energía.

En efecto, la tesis de una simple operación «a la antigua» preparada por unos cuantos mercenarios y aventureros de las finanzas internacionales no resiste el análisis en un contexto de tensiones crecientes sobre el mercado del aprovisionamiento energético mundial. Se sabe, por ejemplo, que la compañía petrolera estadounidense Marathon Oil debía invertir 1 000 millones de dólares en un proyecto de terminal de gas natural licuado en Guinea Ecuatorial. Sin embargo, ciertos expertos, que señalan que ese proyecto es el mayor del mundo en el sector del gas licuado, estiman que el contrato se eleva en realidad a 3 000 millones de dólares. La terminal respondería a un plan de urgencia que debe compensar la caída vertiginosa de la producción doméstica en los propios Estados Unidos. Ese programa de urgencia es centro de las preocupaciones de Washington y, evidentemente, no puede quedar a expensas de la simple apreciación del mercado, que fue incapaz de prever la crisis [5]. Curiosamente, el sitio web de la compañía precisa que el contrato firmado con el ministerio de Minas, Industria y Energía de Guinea Ecuatorial y la compañía nacional GEPetrol concluye... en el primer trimestre de 2004. ¿Algún obstáculo imprevisto echó a perder los planes?

En diciembre de 2002, el primer ministro español José María Aznar recibía a Teodoro Obiang Ngema en Madrid. Aparte de la larga amistad entre Aznar y el rival de Obiang, Severo Moto [6], las ambiciones de la compañía española Repsol -hasta ahora totalmente dejada al margen de la producción de petróleo de Guinea Ecuatorial (400 000 barriles diarios)- fueron tema de las conversaciones entre ambos líderes. Sin embargo, al estar firmada ya la mayor parte de los contratos de explotación y no poderse aumentar la explotación, Repsol tenía que conformarse con las migajas que le dejaban Exxon-Mobil, Amerada Hess (la antigua Triton) y Total, que son las principales compañías activas en Guinea Ecuatorial.

Una reunión sobre el futuro de Guinea Ecuatorial tuvo lugar en febrero último en el Royal Institute of International Affairs de Londres. Por lo menos un representante del gobierno británico así como representantes de la industria petrolera participaron en ella y, según varios asistentes, circulaban allí numerosos rumores sobre la posibilidad de un golpe de Estado. Sin embargo, a causa de una reciente afirmación del diario The Observer según el cual los servicios secretos ingleses, estadounidenses y españoles tenían conocimiento del proyecto de golpista [7], el ministro británico de Relaciones Exteriores Jack Straw se apresuró a declarar que el gobierno de Tony Blair no disponía de ninguna información anterior sobre ese proyecto.

Como quiera que sea, en el momento mismo en que el plan entraba en su fase final y los mercenarios se preparaban a entrar en acción, dos barcos de guerra españoles partían subrepticiamente de una base de la OTAN, la de Rota, llevando a bordo 500 soldados de elite. Únicamente el personal de a bordo parecía conocer su destino y España no había enviado un navío de guerra a Guinea Ecuatorial desde que este país africano alcanzó la independencia, en 1968. El movimiento de ambos barcos se encontraba bajo el control directo del comandante en jefe del Comando de las fuerzas estadounidenses en Europa y Comandante Supremo de la OTAN, el general James L. Jones.

Informaciones filtradas, probablemente provenientes de Sudáfrica, llegaron a la prensa española y el gobierno de Aznar ordenó por tanto al convoy que se estacionara en Canarias. Mediante su ministra de Relaciones Exteriores, Ana Palacio, el mismo gobierno -que nunca había anunciado la expedición- comunicó entonces que se trataba «no de una misión de guerra sino de cooperación» para la entrega de material militar destinado a ayudar a Obiang en el conflicto fronterizo entre su país y el vecino Gabón. El vocero del gobierno de Aznar agregó que se había decidido anular la decisión «a causa del malentendido ocasionado por las informaciones de la prensa» y que creía oportuno dejar posponerla hasta después de las elecciones previstas en Guinea Ecuatorial para el mes de abril [8].

Esta implicación de la OTAN no deja dudas sobre la participación de Estados Unidos en los proyectos de Thatcher, Mann y sus socios.
Otras fuentes afirman que España esperaba aprovechar una estancia de Obiang en Marruecos, donde recibe tratamiento a causa de un cáncer, para apoyar a los mercenarios, «restablecer el orden» si la situación se complicaba, poner a Moto en el poder y lanzar una orden internacional de captura contra Obiang.

Por otro lado, los servicios franceses de inteligencia tenían perfectamente la posibilidad de interponerse informando a las autoridades de Sudáfrica y/o de Zimbabwe en el momento oportuno, permitiendo así a estas últimas la captura de los mercenarios en camino hacia Malabo y protegiendo a la vez los intereses de Total. Actualmente, es para el gobierno español de Zapatero un placer prestar toda su ayuda a la justicia sudafricana.

Hace treinta años, siguiendo un plan digno de una novela de Frederick Forsyth, unos cuantos mercenarios hábiles y sin escrúpulos hubieran obtenido la garantía de un retiro apacible. Hoy, por unos cuantos miles de barriles más, es la OTAN, en nombre de la misma coalición petrolera que invadió Irak, la que se lanza a la aventura empujada por los medios financieros internacionales.

Arthur Lepic Periodista francés, miembro de la sección francesa de la Red VoltaireVer los artículos de Arthur Lepic
[1] «Du Toit may be pardonned in return for ’co-operation’», par Kim Sengupta, The Guardian, 31 de agosto de 2004.
[2] «Mark Thatcher: The Money Trail», por Wisani Wa Ka Ngo, Mail & Guardian (Johannesburgo) del 27 de agosto de 2004.
[3] Se pudo precisar que el avión había sido modificado para su uso militar por el ejército de Estados Unidos, de manera que pudiera aterrizar y despegar utilizando pistas más cortas y que sus ocupantes pudieran tener acceso, en pleno vuelo, a un compartimiento de carga presurizado. Mann la compró, poniendo 400 000 dólares de su bolsillo, a una firma basada en Kansas, una semana antes de la operación.
[4] «Coup plot conviction increases the pressure on Mark Thatcher», por Fred Bridgland, The Scotsman, 28 de agosto de 2004.
[5] Sobre la convergencia entre un mercado energético y la estrategia militar estadounidense, ver el artículo «Les ombres du rapport Cheney», por Arthur Lepic, Voltaire, 30 de marzo de 2004.
[6] «Exiled leader in Spain denies any link to coup attempt», por Ben Sills y David Pallister, The Guardian, 27 de agosto de 2004.
[7] «Brittain dragged into coup plot as rumours swirl over London meeting», por Anthony Barnett, Martin Bright y Patrick Smith, The Observer, 29 de agosto de 2004.
[8] «Spain ’secretly backed coup by sending warships’», por Edward Owen, The Times, 27 de agosto de 2004.

miércoles, agosto 17, 2005

Virginidad o muerte.

Título original: Virginity or Death!
Fuente: The Nation
País: Estados Unidos
URL: http://www.thenation.com/
Autora: Katha Pollit
Fecha: 12/05/2005

Imaginemos una vacuna que lograra prevenir el cáncer cervicouterino. ¿No sería fabuloso? Pues bien, los laboratorios Merck y GlaxoSmithKline anunciaron recientemente que han logrado resultados positivos utilizando vacunas en contra del virus del papiloma humano (VPH). El VPH, además de ser la causa del 70 por ciento de los casos de cáncer cervicouterino, diagnosticado en más de 10,000 norteamericanas y responsable por la muerte de más de 4,000 mujeres en Estados Unidos anualmente, es un virus altamente contagioso, transmitido por vía sexual. Magnífico; entonces todo lo que hay que hacer es vacunar a muchachas y muchachos antes de la adolescencia y, en treinta o cuarenta años, siete de cada diez casos de cáncer cervicouterino desaparecerán. Pero no; sucede que vivimos en Tierra de Dios. La derecha cristiana no comparte el entusiasmo por la vacuna. Bridget Maher, del Consejo de Estudios de la Familia, declaró a la revista británica New Scientist: “sería probablemente peligroso el facilitar a las jovencitas la vacuna contra el VPH, ya que pudiera interpretarse como un permiso para tener relaciones sexuales premaritales.

¿Quién puede creer que lo único que inspira a las adolescentes a mantenerse vírgenes es la amenaza de contraer cáncer cervicouterino a los sesenta años debido a una enfermedad que quizá nunca antes han oído mencionar? Recuerdo aquellos tiempos cuando la gente se impacientaba al oír que la oposición al aborto, más que derivarse de “protección” a la vida, era producto de prejuicios sexuales, sobre todo respecto a la mujer. Pero esa tesis parece bastante sólida en hoy dia. No obstante cuáles sean las consecuencias de las relaciones sexuales --embarazo, enfermedad o muerte-- tal pareciera que la única solución para los solteros es la abstinencia. Tal como la derecha opina que es preferible que los homosexuales contraigan sida en vez de usar condones, así también es preferible que las mujeres contraigan cáncer que tener relaciones premaritales. Es una muerte digna y en abonos. Los cristianos conservadores cuentan con una razón primordial para rechazar la vacuna contra el VPH. Aunque no tan conocido como el herpes y la clamidia, el VPH se caracteriza porque el condón no evita su contagio, por tanto sirve de ejemplo en esos grotescos audiovisuales que se exhiben en las aulas con el fin de asustar a los jóvenes para que eviten las relaciones sexuales. Además el VPH es instrumento eficaz en la campaña de desprestigio del condón: ¿para qué usarlo si de todas maneras puedes contraer el VPH? En 2000, el diputado Tom Coburn, hoy senador de Oklahoma, quien solía dar horrendas conferencias sobre el VPH, se atrevió a proponer que se usara el nombre de esta enfermedad en la etiqueta de advertencia de condones. Si la amenaza del VPH se desvaneciera, la brigada antisexo perdería terreno, a menos que lograra persuadir a los padres de que si sus niñas se vacunan acabarán de putas y que tener relaciones sexuales hoy es peor que sufrir cáncer mañana.

La revista New Scientist ha publicado que 80 por ciento de los padres están a favor de la vacuna para sus hijas, pero sacerdotes y pastores aún no dan su aprobación. ¿Qué se piensan estos cristianos reaccionarios? Cada vez que tienen la opción entre sexo y muerte, prefieren la muerte. Prohíben el sexo y los anticonceptivos a los jóvenes, prohíben el sexo a los solteros, prohíben los profilácticos a los homosexuales y prohíben el aborto a todo mundo, incluyendo la niña de trece años que vive en una casa de asistencia en la Florida. Quisiera escuchar una razón que convenza que esta colegiala sin hogar ni familia se beneficia de dar a luz contra su voluntad; quisiera una razón que explique porqué el gobierno de la Florida, que no logró protegerla, violó sus propias leyes para obligar a la niña a ser madre. La niña fue considerada demasiado joven para practicar su sexualidad, demasiado joven para decidir un aborto, pero resultó tener la edad suficiente para ser obligada a parir, no obstante que esto significara un riesgo de muerte tres veces mayor que el representado por un aborto. ¡Ah, la compasión cristiana! Sadismo cristiano, diría yo. Fueron los jueces quienes mostraron piedad al permitir a la niña cesar el embarazo.

Y mientras ejerce su fuerza política, la derecha cristiana despliega una actitud cada vez más desdeñosa hacia las mujeres, a quienes considera tan inmaduras que su sexualidad debe ser controlada mediante el miedo; por eso, quienes se oponen al aborto jamás escucharán el llamado de los partidarios del aborto para unir esfuerzos y proporcionar a la población mayores recursos anticonceptivos. No desean que existan opciones. Su interés no radica en defender fetos sino en vincular el sexo sólo con la reproducción para así mantener a las mujeres en su lugar. Si se interesaran en prevenir el aborto, repartirían anticonceptivos y profilácticos de puerta en puerta, en vez de solapar boticarios que se rehúsan a surtir recetas u hospitales que se niegan a dar información acerca de anticonceptivos de emergencia (AE) a víctimas de violación. Un reportaje realizado por Ayelish McGarvey (por cierto, cristiana evangélica) para The Nation pone al descubierto los abusos sexuales que David Hager cometiera contra su esposa; sin embargo, Hager no tiene empacho en sermonear sobre la moralidad sexual de las mujeres en crisis, desde su cargo privilegiado como asesor de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). En vez de negar anticonceptivos so pretexto de que incitan a la promiscuidad, debiera poner atención a los seis casos, tres de ellos de adolescentes, que refutan el vínculo entre el sexo y el acceso a los AE, también conocidos como Plan B. Estoy seguro que exigiría a gritos que estos anticonceptivos se guardaran junto al dentífrico. Imposible negar el sexismo en el boicot al Plan B; a fin de cuentas, quienes critican el condón no se oponen a su venta llevados por su interés en mantener la castidad de los muchachos. Mientras la FDA permanece ambivalente, la venta sin receta de AE se robustece día tras día. Pero si bien ya cayó por tierra el argumento de que aumentaría la promiscuidad de los adolescentes, los opositores al Plan B hoy proclaman que los AE son abortivos ya que obstaculizan el desarrollo de un óvulo fertilizado. Sin embargo, los estudios más recientes del Consejo de Población revelan que los AE no bloquean el óvulo; sólo impiden la ovulación. Tal como lo señala James Trussel, director de la Oficina de Investigaciones y Estadísticas (OPR) en la Universidad Princeton, es imposible afirmar que jamás obstaculizan el óvulo, y para los opositores a ultranza, con un caso en mil basta. Olvidan que el bloqueo puede ocurrir debido a infinidad de razones, incluso a la lactancia. ¿Acaso los reverendos van a iniciar una campaña en contra de la lactancia?

Trussell sintetiza: “Se trata sencillamente de desigualdad entre los sexos. Es una posición ideológica ajena a cualquier evidencia empírica”.

lunes, agosto 15, 2005

Bush, o la edad de la mentira.

El intelectual frente al «político»
"BUSH, O LA EDAD DE LA MENTIRA"
José Saramago
Fuente: Red Voltaire (14/08/2005)

Me pregunto cómo y porqué Estados Unidos, un país en todo tan grande, ha tenido, tantas veces, tan pequeños presidentes... George W. es quizá el más pequeño de todos. Inteligencia mediocre, ignorancia abisal, expresión verbal confusa y permanentemente atraída por la irresistible tentación del disparate, este hombre se presenta ante la humanidad con la pose grotesca de un cowboy que hubiera heredado el mundo y lo confundiera con una manada de ganado.... A continuación presentamos el prólogo completo de José Saramago, Premio Nóbel de Literatura, que apareció en el libro «El Nerón del Siglo XXI», la mejor obra biográfica de George W. Bush.

El Estado es la forma superior de la moralidad. «Política», Aristóteles
La carrera política y empresarial de George Walker Bush, hijo del director de la C.I.A. y, más tarde, 41º Presidente de los Estados Unidos, George Herbert Walker Bush, se encuentra narrada y documentada con minuciosidad y precisión en el libro de James Hatfield para el que estas palabras van a servir de modesto prólogo.
Pertenece al dominio de lo obvio que de una presentación como ésta (asumo la redundancia) nadie espera más que lo que la propia obra va a decirle. En general, lo que los prólogos hacen (y éste sólo confirma la regla) es simular que abren una puerta que ya estaba abierta... Siendo así, mi sincero consejo al lector interesado en conocer los avatares y caminos que acabaron sentando a George Walker Bush en el trono imperial y colonial de la Casa Blanca, es que se salte estas líneas sin pensárselo dos veces y entre directamente en el asunto.
Al lector fuera de lo común que, pese al consejo, haya decidido entretenerse unos instantes en estas páginas, me permito dejar aquí, en señal de gratitud, como resumido vademécum del ilustrativo viaje que va a iniciar, la relación de algunas de las principales etapas que marcaron la vida y milagros del actual (y fraudulento) presidente de Estados Unidos de América del Norte, George Walker Bush, a quien los amigos, en el tiempo de la juventud (y quién sabe si todavía hoy), llamaban cariñosamente W. Y como, según las mejores biografías autorizadas, George Walker, igual que Saulo cayendo del caballo en el camino de Damasco, recibió de las alturas la iluminación de la gracia que, en su caso, le hizo dejar el alcohol y arrepentirse de la vida disoluta en que se le estaba perdiendo el alma, me voy a permitir, tomando como piadoso ejemplo las estaciones del vía crucis cristiano, enumerar algunos pasos de la peculiar vía triunfalis que, por ser el hijo mayor de su señor padre, le habría de conducir hasta el ombligo del mundo, más conocido como Despacho Oval.
Helas aquí: En una primera estación se muestra hasta qué extremo influyó el peso político y empresarial paterno para que George W. fuese admitido y obtuviera diplomaturas en las universidades de Andover y de Yale; en una segunda estación se explican las maniobras y los artificios de que George W. se sirvió para que lo situaran en el número uno, de una lista de espera de miles, para inscribirse en la Guardia Nacional de Tejas y de esa manera tener una razón para no ir a la guerra de Vietnam; en la tercera estación se destapa el engranaje financiero con que fueron reflotadas las compañías petrolíferas de George W. cuando estaban al borde de la quiebra; en la cuarta estación se aclara el laberíntico proceso de venta de las acciones de la Harken Energy Corporation; en la quinta estación se describe la operación de adquisición del equipo de béisbol Texas Rangers y como la posterior venta de su parte (pese a ser minoritaria) hizo de George W. un multimillonario; finalmente, en la sexta y última estación se analizan en pormenor las campañas que, en dos ocasiones, elección y reelección, colocaron al hijo predilecto de George Herbert Walker Bush en el gobierno del estado de Tejas, el último escalón que le faltaba a W. para que, un día, ojos desafiando ojos, dispuesto para desenfundar el Colt de la pistolera, como en O.K. Corral, pudiese lanzarle a la cara de la estatua de Abraham Lincoln estas palabras que, en su boca, suenan como un insulto: «Yo también soy presidente de los Estados Unidos». Presidente de los Estados Unidos, sí, pero gracias al fraude, a la mentira, a la manipulación.
Peor aún que todo esto, y hablando alto y claro: George Walker Bush llegó a la presidencia de su país por obra de un golpe de estado perfectamente caracterizado, al que sólo le faltó el habitual retoque militar, aunque no, ciertamente, la aquiescente benevolencia del Pentágono.
La acción conjunta (y concertada) de cinco jueces de derechas del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, del gobernador de Florida, Jeb Bush, hermano del candidato republicano, y de la mayoría abrumadora de los medios de comunicación social norteamericanos, con especial relevancia los informativos de televisión que, «controlados por las grandes corporaciones industriales y financieras, difunden la opinión directa del Estado-empresa», tuvo como consecuencia una de las más ignominiosas y descaradas usurpaciones de poder que los tiempos modernos tuvieron la desgracia de atestiguar.
El mundo asistió estupefacto a una exhibición de prestidigitación política que ha dejado para siempre en la sombra las artes manipuladoras de otro presidente norteamericano, Richard Milhous Nixon, aquél que entró en la Historia de los Estados Unidos con el expresivo apodo de Dick Trick, que significa algo así como embustero, farsante, impostor, tramposo (dejo al lector que elija el término que considere más adecuado).
Me pregunto cómo y porqué Estados Unidos, un país en todo tan grande, ha tenido, tantas veces, tan pequeños presidentes... George W. es quizá el más pequeño de todos. Inteligencia mediocre, ignorancia abisal, expresión verbal confusa y permanentemente atraída por la irresistible tentación del disparate, este hombre se presenta ante la humanidad con la pose grotesca de un cowboy que hubiera heredado el mundo y lo confundiera con una manada de ganado.
No sabemos lo que realmente piensa, no sabemos siquiera si piensa (en el sentido noble de la palabra), no sabemos si en realidad no será un robot mal programado que constantemente confunde y cambia los mensajes que lleva grabados en su interior. Pero, honra le sea dada al menos una vez en la vida, hay en George Walker Bush, presidente de Estados Unidos, un programa que funciona a la perfección: el programa de la mentira.
Él sabe que miente, sabe que nosotros sabemos que está mintiendo, pero, por pertenecer a la tipología de comportamiento del mentiroso compulsivo, seguirá mintiendo aunque tenga delante de los ojos la más desnuda de las verdades, repetirá la mentira incluso después de que la verdad le haya estallado ante su mismo rostro.
Mintió para hacer la guerra contra Irak como ya había mentido sobre su pasado turbulento y equívoco, es decir, con la misma desfachatez. La mentira, en George W., viene de muy lejos, la trae en la masa de la sangre. Como mentiroso emérito, él es el corifeo de todos los mentirosos que lo han rodeado, aplaudido y servido como lacayos durante los tres últimos años. Ahora son menos los yes men, pero todavía sueltan sus gorgoritos embaucadores.
No había armas de destrucción masiva en Irak, las que existieron fueron destruidas tras la guerra del Golfo, en 1991. Pero Anthony «Tony» Blair y José María Aznar, los tenores preferidos de George W., continuaron, en su santo nombre, dándole vueltas al gastado y rayado disco de la amenaza que Sadam Hussein representaba para la humanidad... George Walker Bush expulsó la verdad del mundo para, en su lugar, inaugurar y hacer florecer la edad de la mentira.
La sociedad humana actual está impregnada de mentira como de la peor de las contaminaciones morales, y él es uno de los mayores responsables. La mentira circula impunemente por todas partes, se ha erigido en una especie de otra verdad.
Cuando hace algunos años un primer ministro portugués, cuyo nombre por caridad omito aquí, afirmó que «la política es el arte de no decir la verdad», no podía imaginar que George W. Bush, tiempo después, transformaría la chocante afirmación en una travesura ingenua de político periférico sin conciencia real del valor y del significado de las palabras.
Para George W. la política es, simplemente, una de las armas del negocio, y, tal vez la mejor de todas, la mentira como arma, la mentira como vanguardia de los tanques y de los cañones, la mentira sobre las ruinas, sobre los muertos, sobre las infelices y siempre frustradas esperanzas de la humanidad.
No es cierto que el mundo sea hoy más seguro que hace tres años, pero no dudemos de que sería mucho más limpio y tranquilo sin la política imperial y colonial del presidente de Estados Unidos de América, George Walker Bush, y de cuantos, conscientes del fraude que estaban cometiendo, le abrieron el camino para la Casa Blanca. Después de dispararle un tiro a Abraham Lincoln.

sábado, agosto 13, 2005

Ley de matrimonios homosexuales y objeción de conciencia.

Fuente: ATRIO (11-05-2005)

No seré yo quien niegue el derecho de la conciencia a disentir de una ley, si para ello tiene motivos; pero tampoco voy a caer en el engaño de ensalzar la conciencia como si ella fuera la fuente de la moralidad. Me disgusta el antagonismo que, a propósito de este “proyecto de ley”, se establece entre ley y conciencia; conciencia y poder político legislativo. Tal antagonismo está basado en una concepción, a mi modo de ver, inexacta de lo que es la ley y la conciencia.
Las leyes, para que sean válidas y vinculantes, tienen que contener y promulgar valores que atañen al bien del ser humano, individual o comunitario. Una verdadera ley nunca es vacía o arbitraria, no nace de la voluntad del que manda. Eso sería establecer como fuente del bien y del mal -de los valores- la voluntad humana, justificando toda suerte de despotismo. Las leyes no son buenas o malas por el que las manda, sino por lo que manda: no son buenas porque están mandadas, ni malas porque están prohibidas; sino que porque son buenas están mandadas y porque son malas están prohibidas.
La ley tiene como base y contenido la realidad, mayormente humana: ella es portadora de moralidad. Un primer nivel, el más profundo de esa moralidad es el que llamamos ley natural: “En lo más profundo de su conciencia descubre el hombre la existencia de una ley que él no se dicta a sí mismo, pero a la cual debe obedecer , y cuya voz resuena, cuando es necesario, en los oídos de su corazón, advirtiéndole que debe amar y practicar el bien y debe evitar el mal: haz esto evita aquello” (Gaudium et Spes, 16).
Esa ley contiene lo más íntimo de uno mismo, todo lo que uno es y vale como persona. El valor de esa ley natural es hondo y universal. Por eso, nos lo podemos exigir unos a otros y todos a uno mismo: nos hace conscientes y responsables. Esa ley consiste fundamentalmente en amarnos: reconocer y estimar la dignidad de todos como la de cada uno. La valía de todos es la misma, la de otros yos, que nos impone la regla de oro: “Lo que no quieras para ti, no lo quieras para los demás”.
Un segundo nivel de la moralidad humana viene contenido y expuesto en la ley positiva: leyes civiles. Un nivel más difuso éste, que requiere, para poder convivir, ser determinado con el máximo de estudio, experiencia, sabiduría y empeño de todos.
Pero ambos niveles se convierten en ley porque son portadores morales de la realidad, -de su bien y valores-, y nadie es libre para hacer lo que le plazca antes esos valores. La ley -toda ley- es obedecible y lo es en la medida en que contenga y promulgue un valor.
Tenemos, por tanto, que la ley es anterior a la conciencia, la informa y es en ella donde se hace consciente, se nos impone como vinculante según sea el grado de su valor y nos hace responsables cumpliéndola.

La conciencia, lugar consciente y manifestativo de la ley

Precisamente porque la ley, además de originarse en una naturaleza que es común a todos y singular en cada uno y depende en su receptividad, desarrollo y formación de una sociedad y cultura determinadas, puede cobrar acentos y grados diversos.
Habrá, ciertamente, coincidencias básicas en valores los más importantes y habrá dudas o divergencias en los no tan importantes. Y de unos y otros tendrá que alimentarse la conciencia y hacia unos y otros revertirá para aportar avances y enriquecimientos. En ese trance de receptividad y aportación crítica, es cuando la conciencia puede encontrase en dos situaciones: una, de conocimiento de la realidad objetiva (sus valores) y en disposición de cumplirla = conciencia verdadera; y otra, de conocimiento deficiente o parcial de la realidad, y en disposición también de cumplirla = conciencia recta ( sincera, de buena fe), pero errónea.
En este sentido, la conciencia es la norma inmediata (no la última) de la moralidad, porque busca hacer el bien de acuerdo con la información, razones y disposiciones que tiene. Al obrar coherentemente, en tanto no disponga de otras razones que le hagan ver su parcialidad y equivocación, mantiene su dignidad.
Hay, pues, conciencias verdaderas y conciencias rectas. Toda conciencia verdadera es recta. Pero no toda conciencia recta es necesariamente verdadera.
Esto quiere decir que toda persona tiene derecho a obrar según su conciencia recta, pero abierta a la ampliación y corrección si llega el caso. Por lo que tal derecho le puede venir limitado por la ley (expresión de los valores objetivos) y por la autoridad legítima que aprueba, promulga y defiende esa ley.

El proyecto de ley sobre matrimonios homosexuales

El Proyecto de ley sobre matrimonios homosexuales trata de incluir una realidad personal objetiva que debe ser reconocida y respetada por la sociedad. La cuestión fundamental está en esto: ¿la homosexualidad es una enfermedad, una desviación, una perversión o una condición normal de muchas personas, que les hace vivir con el mismo derecho que a otras les hace vivir su heterosexualidad? Todo lo demás vendrá por añadidura. Yo haría esta propuesta: de una lado que se pongan los que sostienen que la homosexualidad es una desviación, un desorden moral y, por lo tanto, una perversión a reprimir. De otra, los que sostienen que es una condición normal y, por lo tanto, una modalidad diversa de la heterosexualidad, pero legítima. Si lo primero, entiendo que la homosexualidad se la considere moralmente inadmisible, tanto en sí misma como en relación con otros de la misma tendencia. Si lo segundo, habrá de admitirse con normalidad su existencia, tanto en sí como en relación con los otros. En el fondo, es ese el problema: ¿la homosexualidad es o no parte de la realidad humana y, por tanto, portadora de unos valores morales? Quien diga que sí, que lo pruebe; y quien no, que lo pruebe también.
Para muchos, la homosexualidad es una variante legítima de la sexualidad humana. Quedan pendientes de estudio y solución qué tipos de homosexualidad pueden ser auténticos o no antropológica y éticamente hablando, como quedan pendientes qué tipos de heterosexualidad lo son también antropológica y éticamente. Ni científicamente, ni ética ni teológicamente puede demostrarse que el contenido de la sexualidad humana es únicamente el heterosexual. Históricamente la relación y matrimonio heterosexual han podido ser el dominante, pero ello no autoriza a erigirlo en modelo único y obligatorio para todos.
Como criterio de discernimiento fijaría este: la sexualidad humana, incluso la heterosexual, no tiene su razón de ser en la procreación, sino en la fusión y complementariedad de la pareja para un proyecto de vida en común, que conlleva la potencialidad de ser fecunda como consecuencia de su amor. Pero esa potencialidad puede quedar sin actuar, por diversas razones y, no obstante, la pareja sigue teniendo plena razón de ser: “La comunidad matrimonial heterosexual, dice el Concilio Vaticano II, es una comunidad íntima de vida y de amor” (GS, 50) No, pues, un contrato para procrear, como se decía en el código de Derecho Canónico. Del mismo modo, un proyecto de unión homosexual es una comunidad íntima de vida y amor, actuable desde las condiciones básicas de un amor interpersonal, sin posibilidad, obviamente, de paternidad o maternidad biológicas. Pero hay algo que identifica en una misma dignidad a ambos proyectos y es que no se ordenan a la procreación, sino a una vida en común, que en el heterosexual se acompaña generalmente de fecundidad biológica y en el homosexual de otro tipo de fecundidad.
El Gobierno actual ha aprobado un proyecto de Ley que equipara a los matrimonios homosexuales con los heterosexuales, sin pretender con ello desestimar, rebajar o dañar la naturaleza y dignidad del matrimonio heterosexual. El ahora denominado matrimonio homosexual no responde ciertamente a lo que histórica y culturalmente entendíamos por matrimonio. Pero es que, desde los presupuestos y mentalidad anteriores, era impensable esta equiparación bajo ningún aspecto. Simplemente porque se descartaba de raíz la simple posibilidad de plantear como válida la homosexualidad y su relación de pareja. No había lugar, por más que existieran los homosexuales y se relacionaran de hecho.
La realidad se ha impuesto y se impondrá cada vez más porque ya la cultura de hoy hace imposible seguir con los prejuicios, errores y vejaciones acumuladas en el pasado. Las ciencias declaran como normal la condición homosexual, el Consejo de Europa insta a los Gobiernos a suprimir cualquier tipo de discriminación en razón de la tendencia sexual y la Constitución Española declara que “los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de sexo” (Art. 14). Es, por tanto, una mejor percepción de la realidad la que nos obliga no a renegar del matrimonio heterosexual sino a reconocer y dar forma jurídica al hecho objetivo de las parejas homosexuales. Pretender seguir como antes, equivaldría a seguir de espaldas a la realidad y a seguir tildándola de nefanda e intolerable social, ética y legalmente.
Necesitamos, pues, leyes que acojan y defiendan los valores de la realidad, leyes que lo sean de verdad, que no nos compriman a decir que no hay ley que esté sobre la persona o que vaya contra ella, porque esto ha ocurrido en la historia: leyes discriminatorias o falsas que se han sobrepuesto a la ley fundamental del respeto a la persona y cuyo bien y dignidad han menoscabado concepciones antropológicas, filosóficas y religiosas, desfasadas o falsas.
En el nuevo Proyecto se impone el respeto a toda persona, a su opción y programa de vida, individual o en pareja, según ella vea y decida. El poder político se propone asegurar la protección social, económica y jurídica de las personas, cualesquiera que sean sus condiciones de clase, raza, color, sexo, religión o ideología. Sólo quien siga pensando en la homosexualidad como algo pernicioso y detestable se opondrá.

Los católicos y su objeción de conciencia a la nueva ley

La modernidad nos ha traído la posibilidad de vivir en una sociedad laica y democrática. Ningún católico, que yo sepa, deja de ser laico y demócrata por el hecho de ser católico. Y acepta gustoso que, en nuestro país, las leyes de la convivencia sean elaboradas y aprobadas por las Cortes Generales. Y, en concreto, participa con todo derecho en el proceso preparatorio de tal o cual ley y se adhiere a aquellas que le parezcan más razonables y convincentes. Y democráticamente se aprueban, con el consentimiento de la mayoría, aun cuando haya grupos y planteamientos que puedan sostener puntos de vista diferentes. Es la norma del quehacer democrático.
Por lo común las leyes, en una sociedad moderna y democrática, son expresión de la voluntad de los ciudadanos, los cuales en debate público han expuesto sus razones y han logrado asentimiento mayoritario. Y, una vez aprobadas, esas leyes salen con el aval de corresponder a los anhelos de la realidad que expresan y respaldan. Por lo general los católicos, también ciudadanos, participan en esas leyes y les dan su respaldo.
Sobre esta ley en concreto, se han disparado alarmas y no dejan de sonar avisos y constricciones de ciertos miembros de la jerarquía católica para que los católicos practiquen la objeción de conciencia o se hagan notar por la desobediencia civil. Como católico, considero oportuno ofrecer algunas pautas que pueden ayudar a comportarse católicamente.
1. La Iglesia no es la jerarquía y su voz no es la única válida e importante en la Iglesia.
2. Hay cuestiones, y esta es una de ellas, donde la Iglesia no puede ofrecer una respuesta propia, sacada de la doctrina o revelación del Nuevo Testamento. No encontramos en él ningún código de moral que regule la conducta homosexual de los católicos. Lo escribe taxativamente el gran teólogo Schillebeekx: “En lo que respecta a la homosexualidad no existe una ética cristiana. Es un problema humano, que debe ser resuelto de forma humana. . No hay normas específicamente cristianas para juzgar la homosexualidad” ( Soy un teólogo feliz, Madrid, 1994, p. 124).
3. Por tanto, no es ajustado que dirigentes eclesiásticos pretendan ejercer influjo temeroso sobre los fieles recordándoles que sobre este punto existe una doctrina católica particular que están obligados a seguir y, en virtud de la cual, pueden y deben hacer objeción de conciencia. No es ese el sentir de muchos fieles, científicos, teólogos y moralistas de la Iglesia.
4. Cualquier católico puede ejercer objeción de conciencia contra esta ley, si así está personalmente convencido, pero otra cosa es presentar la propia opinión como opinión general de la Iglesia. Y, en este sentido, los dirigentes eclesiásticos tienen obligación de decir que su opinión personal no es opinión general ni única en la Iglesia, ni vinculante para los católicos: “In dubiis libertas: en las cosas dudosas, libertad”.
5. Creo que, tratándose de una ley democrática, de un Estado de Derecho, es un despropósito afirmar que la conciencia está por encima de esta ley y que no debe obedecerse bajo riesgo de encaminarnos hacia Auschwitz. Y podríamos exigir, por lo menos, que obispos y cardenales hubieran apelado a ella en otras circunstancias mucho más graves. Me refiero a la guerra de Irak.
Se trataba de una guerra pactada y compartida por el Gobierno de Aznar, de una guerra popularmente repudiada, internacionalmente condenada como injusta, inmoral e ilegal y que el Papa Juan Pablo II condenó inequívocamente. La opinión pública hubiera visto con gozo que esos obispos y cardenales hubieran animado entonces a los soldados a hacer objeción de conciencia y negarse a cumplir el servicio militar. No lo hicieron, a pesar de que más del 90 % de la población española gritaba en las calles su interior objeción de conciencia. Aunque tarde, hubieran expiado su inhibición y silencio si posteriormente hubieran aplaudido la decisión del actual presidente Zapatero de retirar de inmediato las tropas españolas de aquella guerra.
Algo, todo esto, que es sintomático y resta credibilidad cuando se reclama la objeción de conciencia para cuestiones no inmorales, sino adecuadas a un contenido de ley justa y defendibles en recta y veraz conciencia.

Benjamín Forcano
Teólogo y sacerdote.

jueves, agosto 11, 2005

10 de agosto de 2005: Inauguración del blog.

Es el primer día que mi blog aparece online, y desde aquí quiero saludar y dar la bienvenida a todos los internautas que lo visiten.

Los principios que van a regir mi blog son los siguientes:

1º.- El pleno respeto a la Constitución Española de 1978 y, de manera especial, la defensa de la soberanía del pueblo y el desarrollo de los derechos humanos.

2º.- La defensa de la unidad política de España y de sus diversidades lingüísticas y culturales, dentro de un sistema de comunidades autónomas.

3º.- La defensa de la monarquía parlamentaria como garantía de las libertades públicas y del pluralismo político.

4º.- La defensa de la economía de mercado, de la libre iniciativa económica y de la competitividad del sistema.

5º.- El progreso social, la reforma de las estructuras de la sociedad y la obtención de unas condiciones básicas de igualdad de oportunidades.

6º.- El derecho a una información veraz, libre y plural.

Saludos.